Período de Residencia

Cuando el estudiante se incorpora a un Servicio de Radiofísica comienza un período de formación como residente de tres años de duración; en los que pasa por distintos Servicios de su hospital adquiriendo de manera práctica todas las competencias básicas que engloba la especialidad. Poco a poco, adquiere los conocimientos necesarios para incorporarse a la rutina del servicio en el que se encuentra y los complementa con el estudio de las distintas materias supervisado por el tutor y los radiofísicos adjuntos de su Unidad Docente.

 

Anualmente el tutor de la unidad docente evalúa los conocimientos adquiridos y la Comisión de Docencia de cada hospital envía los resultados al actual Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Una evaluación favorable todos los años supone alcanzar el título de Radiofísico Hospitalario.

 

Cuando finaliza su período de residencia, el Radiofísico, con la ayuda de su unidad docente, buscará un hospital en el que continuar trabajando ya como especialista. Finalmente, si se decanta por la sanidad pública, se ofertan periódicamente plazas en oposiciones, en las que puntúa fuertemente el tiempo trabajado y los méritos conseguidos. Tras lograr una de esas plazas, el Radiofísico pasaría a ser funcionario.