Especialidad de Radiofísica Hospitalaria

¿Qué es un Radiofísico Hospitalario?

 En muy pocas facultades se incide sobre cuál es la labor real realizada por los profesionales especialistas en Radiofísica Hospitalaria. Incluso en muchos másteres universitarios de Física Médica las asignaturas suelen ser más “académicas”, alejadas de los quehaceres cotidianos de los Radiofísicos.

 

Se puede resumir en que un Radiofísico se ocupa de lo relacionado con la radiación en el entorno hospitalario. A grandes rasgos, esto comprende cuatro campos generales:

 

- Protección Radiológica

 

La Protección Radiológica abarca el control de la radiación que reciben tanto los trabajadores como el público general de un hospital En la práctica incluye realizar controles de irradiación y contaminación, la gestión de los residuos radiactivos, calcular los blindajes necesarios en las instalaciones radiactivas, revisar el control dosimétrico del hospital...

 

- Radiodiagnóstico

 

Las pruebas radiológicas con radiaciones ionizantes, como la tomografía axial computarizada (TAC) o con tubos de rayos X, son muy necesarias y habituales para gran cantidad de diagnósticos médicos, y por ello se ha ido incrementando fuertemente el número de exploraciones realizada con el paso del tiempo y la dosis absorbida por la población general. El Radiofísico es el encargado de verificar todos los parámetros dosimétricos de los aparatos de radiodiagnóstico; así como de evaluar la calidad de imagen de los mismos y de que así se encuentren en condiciones para un uso correcto como se establece en los distintos protocolos nacionales e internacionales. También elabora informes sobre el estado de los equipos y estima la dosis que recibe el paciente en una exploración concreta.

En la actualidad, los radiofísicos sólo se ocupan de las radiaciones ionizantes, pero se prevé que en breve aumenten sus competencias a los equipos de imagen que utilizan radiaciones no ionizantes como son los equipos de resonancia magnética nuclear o de ultrasonidos.

 

- Medicina Nuclear


Algunas pruebas de diagnóstico incluyen la inyección de un radiofármaco (un isótopo radiactivo que acoplado a un fármaco transportador se distribuye por los distintos órganos). La distribución del radiofármaco es detectado por el detector de radiación correspondiente (gammacámaras, tomografías de emisión de positrones...), y el resultado nos da información sobre los órganos o tejidos explorados a nivel molecular. El correcto funcionamiento de estos equipos (y de otros, como los activímetros) es evaluado por el Radiofísico de acuerdo con los protocolos vigentes.

 

- Radioterapia

 

Hoy en día la radioterapia es la opción de tratamiento principal en muchos tipos de cáncer; bien sea como terapia única o en conjunto con otras como la quimioterapia. Consiste en la eliminación de células tumorales mediante la irradiación con radiaciones ionizantes mediante diversas técnicas (braquiterapia, radioterapia externa con acelerador lineal de electrones...). Últimamente, la evolución de la tecnología ha permitido técnicas de tratamiento cada vez más efectivas y sofisticadas, lo que ha elevado la importancia del papel del Radiofísico.

En resumen, el Radiofísico se ocupa de la dosimetría física (funcionamiento dosimétrico de los equipos y control de calidad asociado) y de la dosimetría clínica (planificación del tratamiento individualizado para cada paciente), con todo el control de calidad que conlleva.

 

Dependiendo del centro en el que se trabaje, un Radiofísico puede dedicarse a todos los campos o solo a alguno de ellos. Actualmente, lo más corriente para un Radiofísico que acaba de terminar su formación es encontrar un trabajo relacionado con la radioterapia, al menos durante la mayor parte de su tiempo.